5 de junio de 2025

Una lente del grosor de una mota de polvo convierte luz infrarroja en visible


¿Qué hace especial a esta nueva lente?

La clave está en el uso de niobato de litio (LiNbO3), un material conocido por sus propiedades fotorefractivas y su uso habitual en telecomunicaciones. El equipo ha logrado esculpir patrones a nanoescala directamente sobre este cristal mediante un proceso de estampado similar a una antigua imprenta, lo que da lugar a una superficie con propiedades ópticas únicas.

Este método permite que la lente, llamada metalente, no solo enfoque la luz como lo haría una lente tradicional, sino que reduzca a la mitad la longitud de onda de la luz que recibe, convirtiendo por ejemplo luz infrarroja (800 nm) en luz violeta (400 nm). En otras palabras, logra hacer visible lo invisible sin depender de equipos voluminosos o costosos.


Cómo funciona el proceso de fabricación

Una de las doctorandas del equipo, Ülle-Linda Talts, explicó que el proceso comienza con una solución líquida que contiene los precursores del niobato de litio. Esa solución se estampa con un molde a nanoescala antes de que se solidifique mediante calentamiento a 600 ºC, adoptando una estructura cristalina que conserva las características del molde.

Es como si imprimiéramos miniaturas de circuitos sobre una gelatina líquida, que luego se endurece con calor. Esta técnica permite fabricar las lentes de forma precisa, rápida y reutilizable, lo que abre la puerta a su producción en masa.


Aplicaciones prácticas: más allá de la teoría

Este avance es mucho más que una curiosidad científica. Las posibles aplicaciones son amplias y tangibles:

  • Dispositivos de visión nocturna más compactos y económicos.
  • Equipos de imagen térmica más accesibles para usos médicos o industriales.
  • Elementos de seguridad en billetes u otros documentos, gracias a estructuras que alteran la luz de forma única.
  • Sistemas de litografía en el sector de los semiconductores, permitiendo grabar circuitos con más precisión en espacios más reducidos.
  • Cámaras ultra delgadas que podrían integrarse en móviles, gafas o incluso textiles inteligentes.

Gracias a su delgadez, estas lentes podrían también servir para reducir el tamaño y peso de instrumentos ópticos en sectores como la astronomía o la biología.


Qué es una metalente y por qué importa

A diferencia de las lentes convencionales que curvan la luz mediante su forma tridimensional, una metalente funciona gracias a estructuras nanoscópicas que manipulan la luz directamente sobre su superficie. Esto se logra a través de efectos ópticos no lineales, un fenómeno que normalmente requiere configuraciones complejas con grandes cristales.

Con esta innovación, ese mismo efecto se consigue en un espacio microscópico. Si lo comparamos con la electrónica, sería como pasar de los primeros ordenadores del tamaño de una habitación a los chips de silicio que caben en un reloj.


El futuro de la óptica pasa por las metasuperficies

Grange y su equipo destacan que estamos ante un campo emergente: el de las metasuperficies, elementos ópticos planos con capacidades avanzadas. Hasta ahora, el desarrollo de este tipo de tecnologías había estado limitado por la dificultad de manipular materiales tan duros como el niobato de litio. Con este nuevo método, esa barrera parece haberse superado.

Además, el hecho de que se pueda estampar la estructura óptica en estado líquido y luego solidificarla, recuerda a procesos de fabricación tan comunes como el moldeo por inyección o la impresión 3D. Esto sugiere que, en un futuro no muy lejano, la fabricación de componentes ópticos avanzados podría integrarse en líneas de producción convencionales.


Un nuevo estándar en miniaturización óptica

En términos prácticos, estamos presenciando un cambio de paradigma: pasar de ópticas voluminosas a dispositivos planos, livianos y altamente funcionales. Un sensor térmico del tamaño de una moneda, o una cámara microscópica integrada en una jeringa, ya no parecen ideas de ciencia ficción.

El avance del equipo de ETH Zurich ofrece una muestra clara del tipo de innovaciones que se producen cuando convergen la física, la química y la ingeniería de materiales. Más aún, demuestra que la óptica del futuro será más plana, más ligera y más inteligente.


La noticia Una lente del grosor de una mota de polvo convierte luz infrarroja en visible fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.


☞ El artículo completo original de Natalia Polo lo puedes ver aquí

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