3 de julio de 2025

Ucrania ha tomado prestada la idea más básica de Lego. Y la ha transformado en la máquina definitiva para la guerra

Ucrania ha tomado prestada la idea más básica de Lego. Y la ha transformado en la máquina definitiva para la guerra

Lo modular combate. Contaban esta semana en Insider que entre los actores clave de esta experimentación sin precedentes de la robótica terrestre militar figura la empresa estonia Milrem Robotics, cuyo vehículo autónomo terrestre THeMIS ha sido desplegado por las fuerzas ucranianas en el frente. Lo llamativo, sin embargo, no es solo la presencia de estos sistemas, sino la manera en que los soldados ucranianos los están utilizando: de forma imprevista y altamente creativa.

Kuldar Väärsi, fundador de la compañía, ha destacado que las tropas han logrado expandir sus capacidades añadiendo modificaciones, adaptaciones e incluso empleándolos para tareas no previstas, como recogida de cadáveres, explosiones controladas, transporte de suministros o colocación de minas. En un contexto donde cada recurso puede significar la vida o la muerte, la innovación táctica nace directamente desde el frente.

Lego militar. El modelo THeMIS puede cargar hasta 1.200 kg, desplazarse a 20 km/h y portar armas como ametralladoras o lanzagranadas, además de actuar en tareas de evacuación, transporte o desactivación de explosivos. Sin embargo, su valor real radica en su modularidad: es un sistema adaptable, casi como un set de Lego bélico, según Oleksandr Yabchanka, responsable de sistemas robotizados del Batallón Da Vinci Wolves.

Sin disponer de modelos especializados para cada misión, las unidades ucranianas emplean un único tipo de robot como base común que modifican según sus necesidades operativas. Esta flexibilidad refleja una filosofía generalizada en el ejército ucraniano desde el inicio del conflicto: improvisar, adaptar, sobrevivir.

Themis 5th Generation Ugv Themis de quinta generación

Reinvención militar. Desde el primer año de la guerra, Ucrania ha sido sinónimo de reaprovechamiento y creatividad técnica. Ha readaptado lanzamisiles occidentales a plataformas soviéticas, montado ametralladoras viejas en camionetas, modificado drones comerciales para misiones suicidas y creado ingenios como barcos no tripulados y torretas con inteligencia artificial.

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Large P Termit 20jun Ws01 7d2687c093 Modelos ucranianos de TerMIT

Robot e ingenieros reconvertidos. El caso de Maksym Vasylchenko encarna la metamorfosis del país. En 2022 trabajaba instalando maquinaria alimentaria para compañías internacionales; hoy dirige TenCore, una startup que ha desarrollado los TerMIT, esos robots modulares que ya emplean más de veinte unidades militares en el frente.

Una empresa diferente. De cinco empleados iniciales a principios de 2024, TenCore ha crecido a 175 trabajadores, seis sedes, y proyecciones de 80 millones de dólares en ingresos anuales. Todo ello impulsado por la colaboración directa con los combatientes: un chat con cuarenta usuarios activos sirve como canal de retroalimentación constante, donde cada cinco o diez minutos se aportan sugerencias de mejora.

Esta agilidad, imposible en los procesos de adquisición de gobiernos occidentales, es una de las claves del éxito del modelo ucraniano.

A660f68a80e598df1a46beeadceea367 Un ejército de TerMIT listos para operativos

El campo de batalla se ha vuelto constante, inmediato y tridimensional, expandiendo la llamada kill zone a cualquier hora y lugar. A principios de junio, Ucrania demostró su capacidad ofensiva coordinada al destruir bombarderos estratégicos en bases rusas que iban desde el norte del país hasta Siberia. La lógica tradicional del frente ha sido sustituida por una guerra descentralizada donde el riesgo humano directo se reduce al mínimo posible gracias a plataformas autónomas, rápidas y sacrificables.

La respuesta rusa. Por supuesto, Moscú no ha quedado rezagado. Como hemos hablado durante semanas, ha adaptado los drones iraníes Shahed a sus necesidades y ha comenzado a desplegar vehículos guiados por cable de fibra óptica, lo que los vuelve inmunes a las interferencias electrónicas.

En mayo, la producción rusa de drones de combate aumentó un 17% en un solo mes. La estrategia rusa es clara: estandarización, volumen y eficiencia industrial. Mientras Ucrania apuesta por la innovación y la versatilidad de soluciones ad hoc, Rusia multiplica las réplicas mediante economías de escala. Ambos modelos coexisten en un pulso tecnológico cuya supremacía podría definir no solo el resultado de la guerra, sino el modelo de conflicto del siglo XXI.

Tiempo como recurso bélico. La velocidad es un factor determinante. En palabras de Dudinov, el frente cambia más rápido que nunca, y las pruebas deben hacerse sobre el terreno de inmediato. La industria nacional tiene ya capacidad de producción tres veces superior al presupuesto anual de adquisiciones del país, que ronda los 12.000 millones de dólares.

Plus: el mercado potencial es enorme, especialmente en Europa, donde los gobiernos destinan cientos de miles de millones a defensa. El único “pero”: que las exportaciones de armas siguen prohibidas por ley mientras continúe la guerra, lo que genera tensiones entre empresas y gobierno. Desde 2022, la financiación ha disminuido a pesar del aumento exponencial en la capacidad productiva, y muchas firmas alertan de que no se está aprovechando el impulso.

Entre artesanía y disrupción. Pese a todo, el ecosistema tecnológico ucraniano hierve de actividad. La Liga de Empresas de Defensa señala que la calidad del material es alta, los costes bajos y los plazos de entrega cortos porque se desarrollan bajo condiciones extremas de combate real. Algunas startups están reduciendo el uso de componentes chinos y estadounidenses para blindarse ante futuros cambios geopolíticos.

Iniciativas como la de Roman Sulzhyk, un exbanquero reconvertido en inversor militar, buscan la próxima disrupción: desde misiles caseros en garajes hasta drones guiados por láser. Los prototipos no siempre funcionan, pero la convicción aquí es clara: lo importante es innovar y, sobre todo, hacerlo ya. En palabras de Sulzhyk, el potencial del sector tecnológico militar ucraniano es abrumador.

Y en su efervescencia se fragua, quizá, el futuro de la guerra en Europa.

Imagen | RawPixel, X, Milrem Robotics, Ukraine's Defense Ministry

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La noticia Ucrania ha tomado prestada la idea más básica de Lego. Y la ha transformado en la máquina definitiva para la guerra fue publicada originalmente en Xataka por Miguel Jorge .



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