La respuesta más básica para un mercado con mucha demanda y unos precios al alza, no es otra que aumentar la producción. Sin embargo, en un mercado de la memoria que atraviesa una crisis de precios (en gran parte por la "tormenta perfecta" provocada por la IA), los dos actores que controlan un enorme porcentaje del suministro mundial han optado por la estrategia contraria.
Samsung y SK Hynix han confirmado a sus inversores que no tienen intención de inundar el mercado para aliviar la escasez. Su prioridad ha cambiado: prefieren la rentabilidad a corto plazo y la seguridad frente a una posible burbuja de la IA, lo que, como ya contamos, ha provocado que la industria deje de fabricar para las personas para hacerlo para las máquinas.
Portazo a la producción masiva. La decisión de los gigantes surcoreanos de las memorias es firme y pública. Según recogen medios internacionales y el diario coreano Hankyung, Samsung ha aclarado en conferencias con inversiones que su estrategia se centra ahora en minimizar el riesgo de sobreproducción en lugar de expandir rápidamente su capacidad.
Este camino tiene consecuencias tangibles desde ya: actualmente, Samsung solo logra satisfacer el 70% de los pedidos de DRAM que recibe. SK Hynix, por otra parte, ha admitido abiertamente que "será difícil resolver la escasez de suministro" antes de la primera mitad de 2027.
Adiós a los controles estables. La nueva política de restricción de oferta viene acompañada de un cambio en las reglas de juego comerciales. El medio surcoreano apunta a que Samsung ha comenzado a rechazar contratos de larga duración. Esto impide que fabricantes de PC o móviles puedan blindarse contra la inflación, trasladando el sobrecoste al usuario final. Es la materialización de lo que directivos de Xiaomi ya advertían hace semanas: tu próximo móvil va a ser más caro.
Sacrificar al consumidor por un buen motivo. La razón técnica detrás de la escasez es un trasvase de recursos. Las líneas de producción se están volcando en la fabricación de memorias HBM —incluso Intel como respuesta a su situación actual— esencial para las GPUs de inteligencia artificial. El ejemplo más drástico es Micron, el tercer jugador, que ha anunciado el cierre de su división de consumo «Crucial» para enfocarse en el sector de datos e IA. Al reservar la producción para clientes estratégicos, el mercado de consumo queda más desabastecido.
Miedo a la burbuja. Detrás de esta negativa de maximizar la producción para satisfacer a todos se esconde un traume. Los fabricantes temen que la fiebre de la IA sea una burbuja y llegue a colapsar tras una expansión masiva. ¿Por qué? Se quedarían con fábricas sobredimensionadas y pérdidas millonarias. Prefieren mantener la escasez actual —que ha disparado la memoria hasta en un 300% en algunos casos— antes que arriesgarse a un futuro exceso de stock.
Las proyecciones no son optimistas. Los analistas concluyen que la crisis se extenderá más allá de 2028. Se estima que la demanda de memoria crecerá un 35% en 2026, mientras que la oferta solo lo hará un 23%. Con Micron retirándose del mercado de consumo y los gigantes coreanos frenando la producción, la escasez dejará de ser una coyuntura para convertirse en la norma del mercado durante los próximos años.
Imagen de portada | Composición con imágenes de PxHere y CEFICEFI para Wikimedia Commons
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La noticia Solo había una forma de bajar el precio de la memoria RAM: Samsung y SK Hynix se han negado en rotundo fue publicada originalmente en Xataka por Pepu Ricca .
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