14 de junio de 2025

Vitamina D: un rayo de sol que podría frenar el reloj biológico

Un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard acaba de publicar en The American Journal of Clinical Nutrition un hallazgo que ilumina el panorama: tomar un suplemento diario de vitamina D podría ralentizar ese desgaste casi como si añadieras de nuevo un trocito de plástico a la punta del cordón.


El estudio de Harvard: ¿cómo se midió el efecto sobre los telómeros?

Para despejar dudas, los científicos recurrieron al macroestudio VITAL, un ensayo clínico en el que más de 25 000 adultos recibieron de forma aleatoria distintas intervenciones: vitamina D3 (2 000 UI al día), ácidos grasos omega‑3 o un placebo. Dentro de VITAL, más de 1 000 participantes —mujeres de 55 años o más y hombres a partir de los 50— cedieron muestras de sangre durante cuatro años para que los investigadores midieran la longitud de sus telómeros.

El resultado fue tan claro como la luz de mediodía: quienes tomaron vitamina D mostraron un acortamiento telomérico significativamente menor que el grupo placebo. Traducido a un ejemplo cotidiano: fue como si hubiesen ganado casi tres años extra de juventud celular.

El mismo efecto no se observó con los omega‑3; al menos, no sobre los telómeros. Esto sugiere que la vitamina D ejerce un papel específico en la protección de esas puntas cromosómicas.


Más que huesos fuertes: así trabaja la vitamina D en tu organismo

Si tu cuerpo fuese una casa, la vitamina D sería el maestro de obras que decide dónde colocar el calcio para que las paredes (tus huesos) queden sólidas. Pero este nutriente multitarea no se limita a los cimientos:

  • Refuerza el sistema inmunitario, como si instalara una alarma antirrobo que detecta virus y bacterias.
  • Participa en la regulación de la inflamación crónica, ese fuego lento que a veces degrada tejidos sin que lo notes.
  • Interviene en la salud mental: niveles bajos se han relacionado con fatiga y niebla cognitiva.

Ahora, con este estudio, sumamos otra casilla en su currículum: proteger los telómeros y, por extensión, el proceso de envejecimiento celular.


¿Cuánta vitamina D necesitas y de dónde sacarla?

Tu cuerpo fabrica vitamina D cuando la luz solar toca la piel, igual que una planta genera energía con la fotosíntesis. El problema es que pasamos mucho tiempo bajo techo, usamos protector solar —algo imprescindible para prevenir cáncer cutáneo— o vivimos en latitudes con pocos días soleados.

Sol

Un paseo de 10‑15 minutos con los antebrazos expuestos puede bastar en verano, pero el invierno y la pigmentación de la piel cambian la ecuación.

Dieta

Piensa en tu plato como un equipo de fútbol donde cada jugador aporta algo de cara al gol de la vitamina D:

  • Salmón, caballa y sardinas (los delanteros más potentes)
  • Atún en lata y aceite de hígado de bacalao (mediocampistas fiables)
  • Yemas de huevo, hígado de res y quesos curados (defensas resilientes)

Suplementos

Si el partido va cuesta arriba, un suplemento de vitamina D3 puede ser el entrenador que cambie la estrategia. La dosis que empleó el estudio (2 000 UI/día) es segura para la mayoría de adultos, pero antes de empezar conviene hablar con un profesional sanitario y, si es posible, medir tus niveles séricos de 25‑hidroxivitamina D.


Preguntas frecuentes y precauciones

¿Puedo excederme con la vitamina D?

Sí. Al ser liposoluble, las cantidades excesivas se almacenan y podrían provocar hipercalcemia —demasiado calcio en sangre— con síntomas como náuseas o arritmias. No sobrepases las 4 000 UI diarias sin supervisión médica.

¿La vitamina D sustituye a hábitos saludables?

De ninguna manera. Piensa en ella como el cinturón de seguridad: importante, pero no sustituye a conducir con cuidado (alimentación equilibrada, ejercicio, sueño reparador).

¿Funciona igual para todo el mundo?

Factores como la genética, la edad, el peso corporal y ciertas enfermedades crónicas influyen en la absorción y utilización de la vitamina D. Por eso las recomendaciones son orientativas y deben personalizarse.


Lo que significa para ti

Incorporar un pequeño hábito —tomar el sol con prudencia, añadir salmón al menú del viernes o seguir la pauta diaria de tu suplemento— podría convertirse en un ahorro a largo plazo para tu “cuenta bancaria” celular. Igual que revisar el aceite del coche evita averías costosas, asegurar un aporte adecuado de vitamina D podría reducir el desgaste de tus telómeros y darte más kilómetros de vida saludable.


La noticia Vitamina D: un rayo de sol que podría frenar el reloj biológico fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.


☞ El artículo completo original de Natalia Polo lo puedes ver aquí

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